lunes, 1 de octubre de 2007

Quede en las mismas

Creo que este es "the only way" para que esa gota brillante no caiga al escritorio.

Al parecer de nada sirvió lo que hice el viernes y el sábado. Según los registros, leyó su tarjeta alrededor de las dos de la tarde y no hubo comentarios al respecto.

Para colmo de males, al momento que salí a comer, caminé por el pasillo y al dar la vuelta para abrir la puerta de la planta baja, ella estaba saliendo con sus cuates de la oficina: una dama entre seis caballeros. Ni ella volteó para atrás ni yo procuré saludarla, aunque haya sido su cumpleaños.

Espere para ver si en la tarde tenía alguna noticia ... ni una sola. Cerró su sesión, me percate a través de los avisos del mensajero, y se fue. No obstante, no había terminado de irse cuando salí de la oficina y la ví, casi de frente, como me mueve el tapete. ¿lo sabrá?

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