Los nervios

Según el diccionario de la Real Academia Española, "nervios" es la palabra en plural de "nervio", y la cual tiene como significado: estado psicológico agitado y tenso de una persona.

Recuerdo que esta palabra la utilizaba mucho en mi adolescencia, sobretodo por los temores que tenía en aquel entonces; era una persona demasiado introvertida y poco sociable. No porque así yo realmente lo quisiiera; envidiaba a los que podían ser simpáticos, ser el alma de la fiesta, ser la persona con carisma del grupo, ser la persona que podía tener un noviazgo (o varios!!!).

Tenía nervios por el examen, por conducir, por hablarle a esa niña, por intentar hacer algo nuevo que jamás había hecho; aunque de hecho, creo que en aquel entonces ni lo intentaba, sólo lo pensaba.

Mis padres me educaron en un ambiente católico y de responsabilidades, pero erré el camino en lo primero, después de dejar del bachillerato y empezar a adentrarme en conceptos como: socialismo, materialismo, capitalismo y religión, a través de la lectura de algunos filósofos bastante reconocidos. Actualmente ni a agnóstico llego; durante la licenciatura afiance mi creencia principal: no creo en lo que no veo o no entiendo, por lo que me volví un completo "ateo" (si es que estoy haciendo uso correcto de la palabra). Al no tener dioses ni acciones a quién o qué temerles, se me acabaron los nervios. Inclusive es una palabra que trato de evitar al referirme al estado de ánimo de mi persona cuando estoy preocupado o con cierta incertidumbre.

Al estar chateando con una amiga, ella me comentó literalmente "a mi todo me da nervios", lo cuál me hizo recordar cuándo deje de utilizar esa palabra, pero ahora ya no importa, desde que dejé de utilizar esa palabra: tuve mi primera novia, mi primera experiencia sexual, mi primer trabajo, mi primer plática en público, mi primer caida en paracaidas, mi primer buceo, mi primer práctica en sky acuático, mi primer crédito hipotecario y así sucesivamente.

Empecé a arriesgarme y a saber que si lo hago, hay una probabilidad muy baja de perder, pero una muy alta de ganar.